nada es verdad

Dos golpes de Estado. Dos países. Una misma agenda política. Tanto el golpe de estado en Honduras, como el golpe contra el sindicato mexicano de electricistas (SME) parecen confirmar que el estado de excepción es la norma, y que tal como lo propone James C. Scott, el capitalismo se caracteriza por el desequilibrio que genera la persistente resistencia de las clases subalternas, en todas sus manifestaciones: de la pasiva a la activa, de la espontánea a la organizada, de la efímera a la permanente.[1]

Dos golpes de Estado. Dos países. Una misma agenda política. Tanto el golpe de estado en Honduras, como el golpe contra el sindicato mexicano de electricistas (SME) parecen confirmar que el estado de excepción es la norma, y que tal como lo propone James C. Scott, el capitalismo se caracteriza por el desequilibrio que genera la persistente resistencia de las clases subalternas, en todas sus manifestaciones: de la pasiva a la activa, de la espontánea a la organizada, de la efímera a la permanente.[1]

En Honduras esta resistencia se origino con la acción del 29 de junio de este año que llevo a la sustitución del presidente constitucional Manuel Zelaya, y el nombramiento de Roberto Micheletti como presidente interino del país. En México desde el 2 de octubre el dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza Flores, advertía: “El gobierno federal está preparando todo el escenario para tomar la empresa Luz y Fuerza del Centro (LyFC) y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME); incluso, se está instruyendo a empleados de confianza de esta paraestatal para que se hagan cargo de instalaciones técnicas y operativas, y hay pruebas documentales de que están llegando mañana, tarde y noche mandos de la policía federal preventiva (PFP), a los centros de trabajo a hacer “revisiones”.[2]

Como en Honduras, nadie esperaba que la amenaza se concretizara el domingo 11 de octubre. De manera muy similar al caso hondureño, un decreto anticonstitucional del dictador que se hace llamar presidente de México, liquidaba la paraestatal Luz y Fuerza del Centro y por lo tanto desaparecía el sindicato de electricistas, que por años ha sido uno de los principales opositores a la privatización de la electricidad, nacionalizada medio siglo atrás . Siguiendo la lógica perversa del fascismo, y sin mediar ninguna consulta al Congreso, el gobierno mexicano dejaba a un lado la negociación con uno de los sindicatos más grandes y antiguos del país, y mandaba a las fuerzas paramilitares de la Policía Federal a resguardar las instalaciones de la paraestatal.

En México a diferencia de Honduras, no fue necesario que el ejercito tomara la radio y televisión abierta para ocultar el vergonzoso acontecimiento, hace mucho tiempo que los medios de comunicación mexicanos fueron tomados por los mediocres portavoces de la salvaje oligarquía del país, quienes dieron rienda suelta a todo tipo de calumnias, encomiando la acción violenta del ejercito y difundiendo orgullosamente las imágenes de la Policía Federal rodeando las oficinas de la empresa en horario estelar.

Para algunos, un traspatio problemático y violento nido de poderosos carteles de la droga, para otros destino turístico bananero, los sucesos en la región que conocemos como Latinoamérica son los mas censurados en el mundo, apenas superados por los que genera la ocupación militar en Irak y Afganistán; bajo la férula de los Estados Unidos, que mantiene su base geoestratégica en México, Centroamérica y Colombia; y articulado con el Tratado de Libre Comercio no solo alberga bases militares estadounidenses – como en Colombia desde donde se amenaza a Venezuela, Bolivia y Brasil-, también crea engendros como la Academia Internacional del Derecho en Perú, ILEA por sus siglas en ingles, y que no es mas que una sucursal de la Escuela de las Américas.

Tres ejes componen la estrategia de dominación norteamericana en la región, primero la dependencia económica, segundo la guerra contra las drogas que da pie al control político de sus gobiernos, y tercero lo que los especialistas han llamado Guerra de Cuarta Generación: “A diferencia del combate militar tradicional y de las guerras relámpago y de desgaste, la guerra de cuarta generación –que puede adquirir dimensiones sicológicas y físicas, y echa mano de técnicas de comunicación y marketing y hace un uso sicoanalítico del biopoder– aprovecha la asimetría estratégica entre las partes para obtener ventajas.”[3]

Todo esto sucede en el contexto de la actual crisis del sistema mundo capitalista[4], que nos sitúa en situación de bifurcación histórica, en un momento clave para definir el futuro del mundo, el cual parece debatirse entre la derecha fascista y las burguesías nacionales por un lado y los movimientos antisistémicos que proponen un mundo fuera del capitalismo, por otro. Tanto en Honduras como en México, la burguesía nacional impone sus intereses a cualquier costo, aunque siempre valiéndose de la propaganda y la contra información.[5]

En ambos países ha sido evidente la manipulación de los hechos por parte de los medios corporativos, rebasando en mucho la vieja táctica nazi de propaganda al instrumentar campañas gigantescas y permanentes de desinformación que incitan al odio manejando de manera grotescamente parcial los acontecimientos. La verborrea esquizofrenica no responde a ninguna ética ni a ninguna lógica, tratando de justificar lo injustificable se cae en contradicciones y en declaraciones llenas de estulticia y mala fe, como ejemplo tenemos la supuesta inviabilidad de Luz y Fuerza del Centro por malos manejos, olvidando por completo que el actual personaje que cobra como presidente de México fue miembro de la junta directiva de la paraestatal.[6]

Como parte del plan de privatización del sector energético, el embate de Calderón al Sindicato Mexicano de Electricistas, no solo ha lanzado a las calles a mas de 45 mil desempleados más en un momento en que el índice de desempleo supera las peores expectativas, también tras la aprobación al alza de impuestos para tratar de compensar el déficit fiscal, ofrece un paquete millonario de liquidación a los trabajadores electricistas con cargo al erario; falazmente afirmo en cadena nacional que el decreto respondía a la inoperatividad de la compañía paraestatal, olvidando mencionar su responsabilidad en esto y argumentando, en cambio, que la decisión se debía a la baja productividad de los trabajadores, mismos que, según los planes oficiales, serian recontratados –a pesar de su pereza- por el gobierno y la Comisión Federal de Electricidad bajo nuevas condiciones labores, eliminando de un plumazo el contrato colectivo de trabajo, producto de la lucha histórica del sindicalismo mexicano que protege los derechos laborales en este país.

El golpe contra el sindicato de trabajadores electricistas, también es parte del proceso de desmantelamiento del Estado laico producto de la Revolución Mexicana y bajo asedio por las políticas neoliberales desde la década de los 80s, cabe señalar que es un proceso inverso al de la mayoría de los países de la región, que en tiempos recientes están fortaleciendo sus Estados Nacionales mediante gobiernos socialdemócratas populistas –véase Venezuela, Bolivia, Brasil y Chile- que bajo el discurso del Estado Benefactor, también refuerzan sus aparatos de represión para combatir la legitima lucha social en sus países. Al mismo tiempo, la crisis misma del capitalismo que finalizó la unipolaridad estadounidense, ha originado una nueva correlación de fuerzas favoreciendo la emergencia de potencias regionales. El caso paradigmático de Brasil es preocupante, y su protagonismo tan evidente como lo demuestra la dramática escenificación zelayista en la embajada brasileña de Honduras.

Sin embargo lo verdaderamente valioso tanto en México como en Honduras es la fuerza de la protesta popular, que mas allá de apoyar la presidencia de Zelaya o la legitimidad del Sindicato de Electricistas, canaliza lo que E. P. Thompson llamo la economía moral de la multitud, desplegando el valioso potencial de transformación del pueblo y su cultura. La calle se convierte en un ámbito de politización y a pesar de que tanto en México como en Honduras los golpistas controlan casi todos los canales de radio, TV, periódicos, que bajo el falso postulado de defender la libertad de expresión sabotean las acciones de la resistencia, ha propiciado una respuesta efectiva contra este discurso único y ha fortalecido la actividad de medios independiente que investigan y publican sus hallazgos y mediante una amplia labor de difusión, principalmente por Internet y radios comunitarias contrarrestan los efectos nocivos de este cerco mediático.

Sin duda las recientes movilizaciones tanto en Honduras y México, forman parte de la lucha popular de más de 500 años de dominación y se relacionan, de una forma u otra con el legado del neozapatismo, la experiencia de la APPO, la CONAIE, los Sin Tierra, etc. Por lo mismo enfrentan la misma estrategia de criminalización que sentencia por igual a la tibia socialdemocracia mexicana del Partido de la Revolución Democrática, al burdo autoritarismo socialista de Chávez, y la digna autonomía zapatista cuando amenazan los intereses de la mediocre burguesía nacional. El guión es siempre el mismo, es flagrante el discurso belicoso, maniqueo y parcial y de corte tan vulgar y violento que su incitación al odio sobrepasa los parámetros de lo ofensivo.

La contra información y la censura de los medios de comunicación institucionales crean una cortina de humo que no solo es útil a la derecha más brutal, también es explotado por el oportunismo de personajes como Zelaya, de Andrés Manuel López Obrador o Hugo Chávez, quienes asumen el papel de “salvadores” de la democracia y logran ser reivindicados por algunos sectores. El caso de Honduras es un claro ejemplo, a todas luces el personaje de Zelaya no esta a la altura de la lucha popular hondureña, su perfil es la calca de los nuevos caudillos latinoamericanos que bajo el principio de justicia social y en torno a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) construyen cotos de poder personal al mismo tiempo que combaten las luchas legitimas de sus países.[7] Zelaya proviene de una poderosa clase terrateniente, al igual que su contraparte en Ecuador, se educo en elitistas colegios religiosos, y su afán de poder lo convirtieron en un traidor a su clase, generando un conflicto interno en la cúpula dominante que dio lugar a una movilización popular.

A nuestro parecer estos personajes y sus agendas generan la contra información más peligrosa porque se filtra en medios “alternativos” y logran cierto consenso en algunos sectores. La gran paradoja latinoamericana es que el verdadero enemigo se encuentra en casa y pocos medios han advertido que el triunfo de Zelaya en Honduras, la hegemonía de Chávez en Venezuela, la presidencia de Lula en Brasil y de Correa en Ecuador, representan una amenaza para la lucha social legitima de sus pueblos; y que aprovechándose de la impopularidad de las políticas económicas estadounidense se convierten en paladines de la justicia social aun cuando formen parte de una izquierda que pacta, negocia y también traiciona.

En México la dictadura de la extrema derecha, apoyada por los monopolios financieros nacionales, impidieron que la centro izquierda encabezada por López Obrador llegara al poder, creando un conflicto de intereses en la cúpula política que, como en Honduras, abrió un espacio para la lucha popular, aun cuando fue traicionada por su mismo Mesías. Sin embargo, en este potencial radica la importancia de las luchas en Honduras y México, son manifestaciones de la economía moral de estos pueblos que eventualmente puede ser el origen de verdaderos movimientos antisistémicos.[8]

El ansiado botín es el mismo tanto para las oligarquías nacionales latinoamericanas, como para el monopólico capital transnacional: recursos como el agua, el oro, el litio, el inútil petróleo, el peligroso uranio. Solo recuperando la noción radical de Democracia, es decir un gobierno del pueblo y por lo tanto esencialmente autogestivo, venceremos las fuerzas atávicas que impiden un nuevo salto evolutivo, lo que el teólogo Leonardo Boff ha llamado “la convergencia de mentes y corazones originando una unidad mas alta y mas compleja… donde la tierra y la humanidad están formando una única entidad global. El sistema nervioso central esta constituido por los cerebros humanos cada vez mas en sinapsis con la tierra y llenos de un sentimiento de pertenencia y de responsabilidad colectiva. Buscamos centros multidimensionales de observación, de análisis, de pensamiento y de gobierno. Es el comienzo de una nueva historia, la historia de la tierra unida con la humanidad”.[9]

Brenda Aguilar
Octubre, 2009

http://www.anarkismo.net/article/14825

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[1] Scott James C., Los dominados y el arte de la resistencia, México, Ed Era, 2000.
[2] http://www.jornada.unam.mx/2009/10/02/index.php?section…n1soc
[3] http://www.jornada.unam.mx/2009/02/23/index.php?section…a1pol
[4] "We have entered a long period of chaotic transformation of the world system we are part of? is collapsing because its structural possibilities of adjustment have exhausted themselves". I Wallerstein, The decline of American Power, p 94 y mas… If we look at the history of the modern World system from its beginning in the long XVIth century to the beginning of the XXth century… we shall see that the processes of globalization are not in fact new at all, they existed for some five hundred years". I Wallerstein, Op Cit, p46 y 104.
[5] “Hace mucho que este país –Honduras- es uno de los pilares más seguros de las oligarquías latinoamericanas: tiene una clase dominante arrogante y sin arrepentimiento, guarda vínculos cercanos con Estados Unidos y es el sitio de una importante base militar estadounidense.” Cita de http://www.jornada.unam.mx/2009/07/18/index.php?section…a1mun
[6] Calderón es directamente responsable entonces de la “inviabilidad” de Luz y Fuerza: “En septiembre de 2003, fue nombrado por el entonces Presidente Vicente Fox como Secretario de Energía. Al frente del sector energético mexicano impulsó la modernización de las empresas públicas, como presidente del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (PEMEX), de la Junta de Gobierno de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de la Junta de Gobierno de la Compañía Luz y Fuerza del Centro (LyFC)”. http://www.presidencia.gob.mx/felipecalderon
[7] Es el caso paradigmático de Chávez, en Venezuela. http://www.kaosenlared.net/noticia/heridos-dos-miembros…ando- y de Correa contra la CONAIE en Ecuador.
[8] Ver Thompson E. P., La Economía moral de la multitud en la Inglaterra del siglo XVIII, Critica, Barcelona, 2002.
[9] Boff, Leonardo, The New Phase of Globalization: The Noosphere. http://www.tortillaconsal.com/tortilla/es/node/866